Lo más reseñable de la Prehistoria es el período Megalítico con sus monumentos funerarios, resultado del nacimiento del culto a los antepasados y a las nuevas creencias en el mundo de ultratumba: se construían con grandes piedras y de ellos tenemos un magnífico ejemplo:
En el ayuntamiento de Noia encontramos auténticas joyas arquitectónicas como corresponde a un lugar con un pasado ilustre y que conoció un apogeo medieval importante. En el casco histórico noiés, es donde se conservan los mejores ejemplos del patrimonio religioso del ayuntamiento.
La iglesia de Santa María a Nova es una de estas joyas de las que hablamos. Situada en el medio de una necrópolis en la que podemos encontrar cerca de cuatrocientas lápidas sepulcrales, algunas de carácter gremial, pertenecientes a la Edad Media, fue construida extramuros de la villa sin que pueda ser muy claro el motivo. Fue alzada con el estilo gótico marinero con una única nave de amplias proporciones dividida en varios lugares por arcos apuntados y cubierta a dos aguas con estructura de madera.
La otra obra de arte es la iglesia parroquial de San Martiño de Noia, perteneciente a la primera mitad del siglo XV, formando parte del espléndido conjunto arquitectónico que es la Praza do Tapal, en la primitiva ciudad. También pertenece al estilo gótico y su composición en planta es similar, con una sola nave de amplias proporciones dividida en trozos por una serie de arcos apuntados y una cubierta a dos aguas de madera. Iglesia de San Martiño
Un hermoso conjunto es el constituido por la iglesia de San Francisco y el claustro en el lugar de 'Agra das Viñas'. La riqueza ornamental se encuentra en este caso en el interior del templo, que se construyó en planta de cruz latina y que cubre con complicadas bóvedas las capillas laterales, mientras la mayor en un estilo ojival tardío casi renacentista.
La tipología típica de la comarca la podemos encontrar en la iglesia de Santa María de Argalo y en la iglesia parroquial de Santa Cristina de Barro. Encontramos también otras iglesias más sencillas, de un tamaño más reducido que presenta una gran sencillez decorativa y compositiva. Es el caso de la capilla de San Bernardo o la capilla de Nosa Señora dos Remedios.
El casco antiguo de Noia fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1985 y cuenta con buen número de edificios singulares de estilo gótico y palacios esparcidos por las estrechas calle del pueblo. Ejemplos de estos tipos de construcciones son la Casa da Xouba, el Pazo Dacosta y el pazo de la calle del Forno do Rato. De estilo gótico pero carentes de soportales son la Casa do Rosa y el Pazo dos Churruchao. El aspecto robusto y macizo que les confiere la piedra de cantería es un trazo común a todos ellos, además de la escasez de huecos que contrasta con la colocación arbitraria de balcones en los distintos andares. En el aspecto decorativo destaca la profusión de la cornisa 'Casa da Xouba', las líneas de imposta bien molduradas en piedra 'Pazo Dacosta' y los escudos de armas como señal de identidad de las familias nobles que construyeron o albergaron las casas.
Otro ejemplo de la arquitectura gótica que caracteriza al casco antiguo es el Hospital da Adentro, hoy club de jubilados, construido en el siglo XV, carente de soportales pero de semejante tipología a los anteriores. Ejemplos de palacios barrocos los encontramos en la Casa do Senra y la Casa da Ponte de Traba. Ya en los siglos XVIII y XIX, Noia sufre una serie de transformaciones promovidas por la burguesía que surge del auge de la industrialización y del comercio en la segunda mitad del XIX, y como respuesta a una necesidad impuesta por la mala calidad y conservación de las viviendas. Hay que destacar, dentro de la arquitectura civil, el Pazo de Pena do Ouro, al cual fue trasladado el claustro románico del vecino Monasterio de Toxosoutos, situado en el ayuntamiento de Lousame.
Como en el resto de la comarca encontramos multitud de cruceros desperdigados por todo el ayuntamiento; entre ellos, podemos destacar el de Eiroa, cerca del pueblo, uno de los más historiados de Galicia, y otros dos de estilo gótico: uno en el camposanto de Sta. María a Nova y el de la Praza do Tapal, frente a la iglesia de San Martiño.
Otras construcciones dignas de ser mencionadas son: el edificio do Ayuntamiento del que destaca su claustro, enfrente se encuentra el Instituto Virxen do Mar de estilo eclecticista, y el Pazo de Varela Radío del siglo XVIII y que tiene unos hermosos jardines. También cabe señalar otros edificios eclecticistas como la casa de Varela y el edificio del Casino, construidos los dos por el cantero 'Pepe da Agulla' a finales de los años veinte. O también uno de los pocos ejemplos del modernismo que se conserva como es el Coliseo de Noela de 1920.
Ponte Nafonso: Construido en el S. XIV constituyó con sus 20 arcos de perfil ojival un punto de primordial importancia en las vías de comunicación de Galicia hasta la construcción del moderno puente de Ceilán. Se eleva sobre el río Tambre, donde este comienza su desembocadura, en el lugar que lleva su mismo nombre, uniendo los ayuntamientos de Outes y Noia que el río separa. El perfil ojival que se observa en gran número de arcos indican su origen bajomedieval. El puente conoció varias reparaciones a lo largo de los siglos, a causa del derrumbamiento de algunos de sus arcos que en la reconstrucción adquirieron el trazado semicircular que hoy tienen. En el S. XIX el puente fue reformado para conseguir un ancho mayor que se hizo colocando voladizos. Originalmente el puente estaba formado por 27 arcos de los que hoy se conservan 20, aparte de otros dos que están tapados en tierra. Mide 270 metros de largo y 5 de ancho (antes de ancharlo medía 3,85 metros).
Texto extraido de la Guía de Comarcas de Muros e Noia
Publicado por la Fundación Comarcal de Muros, Fundación comarcal de Noia y Diputación de la Coruña.