El ayuntamiento de Noia ocupa el fondo de la ría de Muros e Noia, la más septentrional de las cuatro grandes del sur de Galicia. Además de las aguas del Atlántico, bañan las tierras de Noia las aguas de los ríos Tambre, Traba, Vilaboa y Tállara. El río Tambre, al norte del municipio, le sirve de separación del ayuntamiento de Outes. Al sur y al este lo hace con Lousame durante una larga e irregular línea limítrofe. Municipios limítrofes de Noia también son Brión al nordeste y Porto do Son al sudoeste.
La principal vía de comunicación es la carretera C-543 de Santiago a Noia. Dista 34 kilómetros de la capital gallega y 96 de la ciudad de A Coruña. La C-550 de Cee a Tui por la costa, atraviesa el núcleo urbano, permitiendo la comunicación con Muros, Cee y Fisterra hacia el norte y con Porto do Son y Ribeira hacia el sur. Es posiblemente la más hermosa e histórica villa de la comarca. El ayuntamiento de Noia, dividido en seis parroquias: Argalo, Barro, Boa, Noia, Obre y Roo, tiene una extensión de 36,5 quilómetros cuadrados, y dispone de una población de unos 15.000 habitantes. Su distribución es muy irregular, localizándose fundamentalmente en la capital municipal, donde la densidad es muy elevada, situándose en las 386 habitantes por kilómetro cuadrado. Su orografía se caracteriza por una breve llanura litoral de arenosas calas y a continuación se produce una ligera y continua elevación del terreno alcanzando las máximas cotas en el monte Costoiras, limitando con Lousame. El clima es oceánico húmedo, con un volumen de precipitaciones medio, y con unas temperaturas suaves todo el año con pocas oscilaciones térmicas.
Casi la mitad de la población activa se dedica al sector terciario, el cual es el generador económico de la villa, actuando esta como centro comarcal de comercio y servicios. Dentro del sector primario es destacable la importancia del marisqueo, aun siendo una actividad temporal aporta buenos ingresos. Esta zona muestra una síntesis perfecta entre el mar y la tierra, entre la pesca y la agricultura.
Una leyenda popular dice que esa villa fue fundada por Noé, quien bautizó estas tierras con el nombre de su hija Noela o Noega tras finalizar el diluvio universal. Así el escudo de Noia representa el Arca de Noé y la paloma.
Texto extraido de la Guía de Comarcas de Muros e Noia
Publicado por la Fundación Comarcal de Muros, Fundación comarcal de Noia y Diputación de la Coruña